La pregunta clave no es “¿cuánto tiempo toma crear un hábito?”, sino “¿cuántas veces debo repetirlo para que se vuelva automático?”.
Estrategias para convertir un hábito en algo automático:
- Regla de los dos minutos:Al iniciar un hábito, no debería tomarte más de dos minutos comenzar. Esto reduce la resistencia inicial y crea el impulso necesario. Busca la versión de 2 minutos de tu hábito.o Leer antes de dormir → Leer una página.o Correr 3 km → Ponerme los tenis.o Nadar 3 veces por semana → Dejar lista la maleta desde la noche anterior.Las decisiones pequeñas tienen un impacto significativo. Por ejemplo, cambiarte de ropa al llegar a casa en lugar de sentarte en el sofá puede determinar si haces ejercicio o no.
- Progresión gradual:
- Para evitar el tedio o la frustración, es importante aumentar la dificultad poco a poco. Como dice el refrán, “el que mucho abarca, poco aprieta”.
- Empieza solo preparándote para el hábito (por ejemplo, vestirte para ir al gimnasio).
- Luego, da pequeños pasos hacia el objetivo (por ejemplo, caminar 10 minutos).o Continúa incrementando la dificultad hasta alcanzar metas mayores.
- Llena esta guía de progresión: Muy sencillo – Sencillo – Moderado – Difícil – Muy difícil
- Ponerse los tenis – Caminar 10 minutos – Caminar 10,000 pasos – Correr 5 km – Correr una maratón
- Escribir una oración – Escribir un párrafo – Escribir 500 palabras – Escribir un ensayo – Escribir un libro
- Preparar la maleta – Ir a la piscina – Nadar 10 minutos – Nadar 30 minutos Nadar 3 veces por semana
- Crear un entorno favorable:
- Haz más difícil realizar los malos hábitos y más sencillo ejecutar los buenos.
- Es más fácil no comer galletas si no las compras.
- Es más fácil no pedir comida a domicilio si no tienes las apps instaladas.
- Es más fácil hacer ejercicio si tienes un gimnasio cerca o si preparas tu ropa deportiva la noche anterior.
Aclaración: Este video está inspirado en el libro Hábitos Atómicos de James Clear, un manual indispensable para transformar la motivación inicial en una disciplina sólida. ¡Recuerda que la repetición y las pequeñas victorias diarias son la clave del cambio duradero!
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